Una visita a Gramsci desde Río Piedras

Ensayo Crítico

El colonialismo norteamericano sobre Puerto Rico ha logrado conseguir un consentimiento sin que medie la violencia directa del Estado, es decir no vemos el ejército de Estados Unidos en las calles de Puerto Rico, pero… Consenso es la aceptación de una realidad colonial desde la sociedad civil; este consenso se logra a través de lo que aprendemos, no se impone por la fuerza. Cuando en un Estado no prima la coerción (está presente pero no usada) y se desarrolla un Estado de Derecho (la indiferencia jurídica) “todos somos iguales ante la ley” y se establece una sociedad civil estable y sólida, la clase dominante que es una minoría ha conseguido el consentimiento de la mayoría (el pueblo). No solo dominan la economía (el aparato de producción de mercancías) sino que dominan nuestra cabeza, nuestro cerebro, las ideas y la cultura. Sus intereses materiales y sus ideas las hemos hecho nuestras, retienen su aparato represivo y sacan su aparato de producción de ideas para generar el consenso que se necesita para hacer gobierno. Es esa aceptación la realidad que tenemos que cambiar, que el pueblo alcance un nivel de conciencia que nos lleva a rechazar el colonialismo como algo inevitable, insuperable. Es muy importante que entendamos la no-naturalidad del colonialismo y que éste es ilegal.

El sistema colonial es una construcción histórica, no somos colonia por naturaleza, es una relación desigual impuesta, es social, es política. ¿Nos podemos liberar del colonialismo? Sí, podemos destruir un sistema político impuesto porque la libertad se construye en la cabeza, luego se hace acción, organización, cultura, resistencia, inclusive organización político-militar. Primero tiene que haber un cambio de mentalidad, una pedagogía liberadora, nos han inculcado a través del aparato de producción de ideas como las iglesias, escuelas, universidades, arte, periódicos, etc., que los norteamericanos son superiores a nosotros, que sin ellos no podemos vivir, que no hay alternativas al colonialismo, que no podemos ser libres, que ese sistema es el paraíso terrenal. Si esto es cierto: ¿por qué ya siete millones de puertorriqueños han abandonado la Isla?

Si queremos que en Puerto Rico haya cambios, ese consenso se tiene que someter a un corto circuito, destruirlo, entender y explicar por qué las mayorías apoyan los intereses coloniales de una minoría de ricos y capitalistas a través de la superestructura del ELA. Los sectores anticoloniales no gobernamos porque no hemos sido capaces de construir y conquistar una nueva hegemonía que se hace sentido común, tenemos que seguir promoviendo un orden alternativo al colonialismo. El concepto para Gramsci de hegemonía incluye Pueblo como una unidad multiclasista que carece de determinación de clase. Esa tal vez sea una de sus debilidades y los populistas lo saben por eso han acogido el término con mucho esmero.

Para cambiar y destruir ese sistema colonial es importante que reconozcamos la no-naturalidad de este sistema. Hay que desarrollar un poder contra-hegemónico, que tenga claro que el colonialismo es una construcción histórico social que se puede romper y superar, el colonialismo es ilegal.

El Marxismo como caja de herramientas teóricas

Como toda herramienta están para ser usadas, sirven para algo, sirven para explicar y transformar, dotar a los desposeídos y a los trabajadores para luchar allí donde se encuentra el poder, en el saber, en la ciencia, nos forma la conciencia, nos provee de un discurso, nos capacita en el debate de ideas para analizar la sociedad en su totalidad, filosóficamente, organizativamente, históricamente, el marxismo pone sus cajas de herramientas en las manos de las mayorías que producen la riqueza y que no gobiernan, en manos de quienes no han gobernado el marxismo es una herramienta revolucionaria. La colonia de Puerto Rico es producto de la pasividad de la mayoría. Hemos vivido en los últimos años una crisis profunda, pero siguiendo a Gramsci la sociedad civil avanzada tiene la capacidad de resistir las crisis económicas cíclicas. Note estimado lector que al momento de escribir este ensayo la crisis del Covid-19 no se había asomado a nuestras puertas. La sociedad civil es una forma o estructura muy compleja y resistente al elemento económico inmediato, la superestructura civil es como el sistema de trinchera o guerra de posiciones, es la guerra en el terreno cultural, en las ideas, en el ganar el sentido común, ganar el consentimiento; para Gramsci el poder no es encuentra solo en el Estado, está desparramado en otros aparatos ideológicos de estado: los medios de comunicación, la iglesia, las redes sociales. Ayer dominaba la sociedad quien dominaba la producción de mercancías hoy domina quien controla los medios de comunicación y las redes sociales digitales, las universidades y la industria del espectáculo.

El marxismo clásico

El marxismo clásico sobre valorizó al movimiento obrero per se, ya sabemos que las crisis económicas cíclicas del capitalismo moderno no producen cambios revolucionarios espontáneos como por arte de magia. Para Gramsci por otro lado tienen que estar presentes las condiciones políticas, históricas, organizativas y una concepción político-militar, la disposición de las masas, todos estos elementos forman parte del factor subjetivo. La clave del cambio social hay que buscarlo en el componente subjetivo cultural, en las ideas, en la organización. Si el sistema colonial es una construcción histórica se puede destruir, si el colonialismo es una construcción el anticolonialismo es su destrucción. Cito a Rivero que en su libro Lenin y Gramsci en El Salvador afirmó que “no sitúa como factor máximo de la historia los hechos económicos sino el hombre, la sociedad de los hombres que entienden y adaptan a su realidad los hechos económicos y los convierten en motor de la historia. Marx no es un mesías es un revolucionario y su pensamiento y su praxis fue la de un revolucionario del Siglo 19”. Algo tenemos que tener claro, en Puerto Rico se vive la etapa de crisis más profunda del colonialismo de Estados Unidos esto incluye la deuda, la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 y la corrupción.

Lenin y Gramsci se complementan

Lenin aporta lo que le falta a Gramsci, Gramsci aporta lo que le falta a la teoría de Lenin. Lenin aporta su teoría sobre el Estado como un aparato represivo, el responsable de la coerción, Gramsci lo que le falta a la teoría de Lenin, la importancia de los aparatos ideológicos en la sociedad civil y cómo la hegemonía es gestionada por los intelectuales. Gramsci sobre estimó lo ideológico-superestructural y subestimó lo económico-estructural, por ejemplo, el movimiento obrero.

Conceptos Gramscianos fundamentales o más usados

Crisis: La clase dominante ha perdido el consentimiento, ya no es dirigente solo es dominante.

Crisis orgánica: Se caracteriza por una crisis de hegemonía de la clase dirigente, es una crisis de autoridad que se convierte en una crisis de estado y los partidos tradicionales dejan de ser reconocidos.

Hegemonía:

Es el control cultural e ideológico de una clase social. La hegemonía significa subordinación ideológica.
Es la conquista y organización continua del consentimiento de unos dirigentes y el apoyo de otros grupos o dirigidos.
Es la capacidad de dirección de la sociedad que tiene un grupo social, es más abarcador que tener el poder político.
Cuando la mayoría acepta el proyecto político de una minoría.
La hegemonía se negocia y renegocia constantemente en la sociedad civil, distinto a la sociedad política (el Estado) que impera el dominio.

Consentimiento:

Se genera cuando los intereses particulares son aceptados como los intereses generales, cuando es aceptado por toda la sociedad.
Para Gramsci las claves del cambio no solo están en las condiciones económicas, tienen que estar presentes también en una relación dialéctica las condiciones subjetivas que son el factor organizativo, político, la lucha cultural, la lucha en el terreno de ideas para que se produzca el cambio social y político. El marxismo clásico ve las crisis económicas como las causas directas de las revoluciones (es una forma de determinismo económico), esta concepción “sobre valoriza el movimiento obrero per se” (M. Larrauri y D. Sánchez, Pág. 64). “Las recesiones y crisis cíclicas se estrellan ante las sociedades civiles avanzadas”, manifestó Gramsci. Los análisis de coyuntura política, así como la elaboración de líneas de acción se tornan herramientas vitales a la hora de la transformación, entonces cobra vigencia la importancia del papel del partido de clases y de la organización.

Guerra de movimiento

Es la guerra de asalto, el golpe de estado o “putsch militar”, en esta fase impera la represión, los aparatos de represión dominan la política, predomina la coerción, es bueno aclarar que una clase social no puede gobernar permanentemente con coerción o la violencia.

Guerra de posiciones o trincheras

Impera en su máxima expresión en los países de democracia burguesa avanzada, de alto desarrollo de la sociedad civil donde prima el aparato ideológico, la cultura, el derecho prima sobre la violencia explícita. En la guerra de trincheras o de posiciones la voluntad de una minoría es aceptada por la mayoría, por la sociedad y se hace cultura.

Cito de Perry Anderson “todo Estado tiene una naturaleza dual como el centauro de Maquiavelo: medio animal y medio humano”.

Medio Animal : Medio Humano:

Fuerza Consentimiento

Dominación Hegemonía

Violencia Civilización

El intelectual orgánico

El intelectual orgánico por excelencia es el partido de clase proletario que tiene la responsabilidad de elevar los niveles culturales de las masas, tienen la responsabilidad de cambiar o de llegar hasta la raiz de las cosas, no quedarse a medias.

Antonio Gramsci

Fue dirigente del P.C.I. (Partido Comunista Italiano), encarcelado por la dictadura fascista de Mussolini de 1927-1937, se le conoce también como el ideólogo de las superestructuras. Gramsci le dio mucha importancia al desarrollo de las subjetividades. Las subjetividades son la cultura, los hábitos, las prácticas (la praxis) y la concepción de mundo. Hay que elevar la capacidad del conocimiento de la gente sencilla, que han sido sometidas a la ignorancia, considera al Partido como el intelectual orgánico por excelencia.

Bibliografía mínima consultada

Contra el Elitismo, Gramsci: Manual de Uso, Larrauri, Maite y Sánchez, Dolores. Editorial Ariel. Planeta, S.A., 2018.
Dirigentes y dirigidos: Para leer los Cuadernos de la cárcel de Antonio Gramsci. Almeida, Manuel S., Ediciones Callejón, 2013.