Varios artículos en torno al Frente Socialista

Nota del Administrador de la página:

El FS de los 90 fue un proyecto ambicioso, necesario, que trató y fue logrando en un proceso difícil-dialéctico rearticular las fuerzas dispersas de las distintas hipótesis organizativas socialistas de ese momento histórico concreto.  Hoy hago un balance y me atrevo a afirmar que la meta era que el FS se fuera fortaleciendo y las organizaciones que lo integraban se fueran extinguiendo poco a poco, se traspasarían recursos humanos, económicos, materiales y emergería una estructura sólida que recogería la dispersión socialista en Puerto Rico.  Varias de las organizaciones integrantes al momento de tener que tomar este paso (extinción) frenaron, tuvieron suspicacia ante el proceso, aportaron pero con limitaciones y no estuvieron a la altura que se pretendía.  Fueron al Frente pero con ataduras y no desprendimientos hacia sus  respectivas organizaciones, fueron con reservas.  Hablemos claro, ni se extinguieron ni se vaciaron en el FS, puede que lo integraran a ver lo que pasaría.  No están cerrados los análisis y estudios de proyectos históricos socialistas como el del PSP, PRTP-M-EPB y el FS.  Tenemos que aprender de estas experiencias orgánicas porque muchos de los problemas que trataron de solucionar aún están vivos, los seguimos enfrentando.

 

DOCUMENTO 1

A 31 años de la fundación del Frente Socialista en Puerto Rico

 CARLOS QUIRÓS MÉNDEZ  04/11/2021

El 4 de noviembre se cumplen los 31 años de la fundación del Frente Socialista en Puerto Rico. Este esfuerzo organizativo fue el referente de izquierda más importante en nuestro país desde su fundación en el año 1990 hasta el 2008. Para que no se olvide esta importante experiencia ofrecemos las siguientes líneas, las cuales se basan en un artículo de debate redactado en agosto del año 2007.

Trasfondo Histórico

El 3 de diciembre de 1989 se celebró una reunión en el local de la UTIER, convocada por el Movimiento Socialista de Trabajadores (MST), para auscultar la posibilidad de crear un frente socialista contra el plebiscito[1]. La responsabilidad de las invitaciones a dicha reunión recayó exclusivamente en el MST, organización que convocó a todas las organizaciones e individuos que, a su entender, cumplían con dos requisitos esenciales: (a) eran socialistas y (b) apoyaban un boicot al plebiscito.

En dicha primera reunión participaron representantes de cinco (5) organizaciones socialistas en Puerto Rico además de representantes de tres (3) organizaciones con base en los EE.UU. (Movimiento de Liberación Nacional-MLN, United Workers Party-UWP y la Red de Solidaridad entre EE.UU. y P.R.). Como resultado de dicha reunión, se organizó el Comité Timón pro frente socialista contra el plebiscito, compuesto por tres (3) socialistas no-afiliados[2] y por las siguientes organizaciones:

Colectivo de Trabajo Independentista (CTI)
Colectivo de la Revista Pensamiento Crítico (PC)
Frente Anti-Electoral (FAE)
Movimiento Socialista de Trabajadores (MST)
Taller de Formación Política (TFP)
Movimiento de Liberación Nacional (MLN)
United Workers Party (UWP)
Red de Solidaridad entre EE.UU. y Puerto Rico

En una reunión posterior, el FAE propuso y fue aceptada la incorporación de otra organización con base en EE.UU.: el Movimiento Albizuísta Revolucionario (MAR).

En el transcurso del año 1990 el Colectivo de la Revista Pensamiento Crítico se retiró del Comité Timón y pasaron a ingresar las siguientes organizaciones:

Federación de Universitarios Pro Independencia (FUPI)
Frente Anti-Plebiscitario de Guayama
Partido Revolucionario de los Trabajadores Puertorriqueños-PRTP

La concepción política del Comité Timón para el 1990 se resumía de la siguiente manera:

“Los socialistas debemos aprovechar este momento de discusión generalizada en torno al “status” para desarrollar un amplio trabajo en el seno del pueblo, que permita la consolidación y desarrollo de las luchas populares y cree las condiciones para el desarrollo de un polo socialista revolucionario que contribuya al fortalecimiento de la lucha por la independencia y el socialismo.[3] [énfasis suplido]

Surgimiento del Frente Socialista

Durante el mes de octubre de 1990 se desvanecieron las posibilidades de que se aprobara un Proyecto de Ley autorizando el “plebiscito” antes de que finalizara la sesión del Congreso de EE.UU. en noviembre. Ante esta situación, el Comité Timón decidió continuar con los preparativos de su Asamblea Constituyente, la cual se había anunciado públicamente el 23 de septiembre en Lares.

El 4 de noviembre de 1990 se celebró la Asamblea Constituyente del Frente Socialista (FS) con la participación de unos 170 compañeros(as).[4] Durante la Asamblea se presentó un Programa Mínimo de Lucha como documento de trabajo el cual habría de ser discutido en otra ocasión para enmendarse y aprobarse. En la Asamblea se eligieron 8 compañeros(as) no-afiliados los cuales, conjuntamente con dos representantes de cada organización integrada al FS, constituyeron el Plenario del Frente Socialista. Para dicha fecha el FS contaba con la participación de once (11) organizaciones socialistas en Puerto Rico y en los EE.UU.:

En Puerto Rico:

Colectivo de Trabajo Independentista (CTI)
Federación de Universitarios Pro Independencia (FUPI)
Frente Anti-Electoral (FAE)
Frente Anti-Plebiscitario de Guayama (FAPG)
Movimiento Socialista de Trabajadores (MST)
Partido Revolucionario de Trabajadores Puertorriqueños (PRTP)
Taller de Formación Política (TFP)

En EE.UU.:

Movimiento Albizuísta Revolucionario (MAR)
Movimiento de Liberación Nacional (MLN)
United Workers Party (UWP)
Red de Solidaridad entre EE.UU. y Puerto Rico

Agustín de Jesús Montero – dirigente del FS

Los primeros problemas organizativos

Durante los primeros meses del año 1991 el FS ya se planteaba un grave problema de carácter organizativo: ¿Podía existir un Frente Socialista con siete organizaciones en Puerto Rico y cuatro en EE.UU. cuando éstas nunca se reunían conjuntamente? Esta pregunta tenía varias consecuencias: ¿Qué rol debían jugar las organizaciones en EE.UU. en la formulación de la línea política del FS en Puerto Rico? Y por otro lado… ¿Qué rol debían jugar las organizaciones en Puerto Rico en la formulación de la línea política en EE.UU.? ¿Era esto posible?

Luego de varios incidentes y de las consultas correspondientes, el 26 de mayo de 1991 el Plenario del FS acordó que las 4 organizaciones en los EE.UU. (MLN, UWP, Red y MAR) no serían consideradas afiliadas al FS, sino como organizaciones fraternas que apoyaban y colaboraban con el FS.

Para el 1991 el Frente Socialista aprueba su Reglamento, en el cual se define la organización de la siguiente manera:

“El FRENTE SOCIALISTA (FS) es una organización socialista, comprometida con el trabajo unitario, que tiene como objetivo sentar las bases políticas, ideológicas y de trabajo para la creación de un polo socialista revolucionario en el contexto actual de la sociedad puertorriqueña. Tomando como base los principios del socialismo científico estamos comprometidos con el desarrollo del poder revolucionario latente en nuestro pueblo trabajador.”[énfasis suplido]

La estructura del FS era para esta época muy sencilla: un Plenario compuesto por dos representantes de cada organización y por afiliados al FS que representaran Comisiones de Trabajo y Comités Regionales. No existía Comité Directivo y los portavoces serían elegidos por el Plenario. Las decisiones políticas del Frente se tomarían por consenso, lo cual brindaba a las organizaciones participantes el poder de veto.

Durante el año 1992 el FS se involucró en un proceso de elaboración y aprobación de su Programa de Lucha, el cual finalmente fue aprobado en asambleas celebradas el 1 de marzo y 5 de abril de 1992.

Para mediados del año 1992 y principios del 1993 el FS se vio sumido en una profunda crisis organizativa y política. De cuatro Comités Regionales que se habían creado, sólo uno tenía algún grado de actividad. De otro lado, la mayoría de las Comisiones de Trabajo dejaron de existir o de reunirse. Una propuesta de publicación permanente del FS fue derrotada porque supuestamente “no existían las condiciones”. Con la renuncia del Movimiento Acción Socialista (MAS)[5] el 31 de mayo de 1993, sólo quedaron tres organizaciones en el FS:

Movimiento Socialista de Trabajadores (MST)
Partido Revolucionario de Trabajadores Puertorriqueños (PRTP)
Taller de Formación Política (TFP)

Crisis y transformación

Si de algo debe servir este breve recuento de los primeros años del Frente Socialista es para evidenciar que el FS fue diferentes organizaciones en diferentes tiempos. Durante un período de cuatro años podemos hablar de tres frentes distintos: un comité ad-hoc para combatir un plebiscito de status en 1989, un gran frente de once (11) organizaciones en Puerto Rico y los EE.UU. en 1990 y una coordinadora en crisis de tres organizaciones en 1993.

La mera supervivencia del FS después del año 1993 es un tributo a la voluntad y tenacidad de sus integrantes. Pero también resulta un factor de importancia la transformación del FS de una simple coordinadora de organizaciones a una estructura que cada día se asemejaba más a un movimiento o un partido político: mediante enmiendas al reglamento el 1997 se aumentó la cantidad de compañeros(as) a ser electos en Asamblea, se eliminó el poder de veto de las organizaciones en cuanto a determinaciones de línea política, y se creó un Comité Directivo que habría de asumir la dirección del Frente entre reuniones del Plenario.

Poco a poco el FS habría de desarrollar vida propia e independiente y se convertiría en mucho más que la suma de sus integrantes. Ya para la Asamblea del año 2000 se planteaba formalmente[6] por la juventud del FS, la necesidad de superar la etapa de coordinación y pasar a la “fusión del polo socialista” en “una organización más fuerte y con mayor alcance”.[7]

A pesar de que la Asamblea del FS del 19 de noviembre de 2000 aprobó por unanimidad una resolución “con el objetivo de adelantar nuestro proceso unitario, auscultando la posible fusión organizativa” lo cierto es que dicho esfuerzo no llegó a despegar. Las razones para que no se adelantara el proceso de fusión no han sido debatidas públicamente. En el caso del MST, y según admitiría Luis Ángel Torres años más tarde, “para muchos de nosotros la decisión de salirnos del Frente estaba tomada, por lo menos, desde el 2000.”[8]

Con la renuncia del MST a finales del 2005, el Frente agrupó a militantes en su carácter individual y a sólo cuatro organizaciones socialistas:

Juventud de Izquierda Revolucionaria (JIR)
Partido Revolucionario de Trabajadores (PRT)
Refundación Comunista (RC)
Taller de Formación Política (TFP)

Si se compara esta composición con la original de 1990 se verá que algunas organizaciones habían desaparecido, otras nuevas se habían creado y otras se habían transformado. De hecho, a la altura del 2007, existían más organizaciones socialistas fuera del FS que dentro del Frente.[9] En este sentido, el FS como “polo socialista” había dejado de ser un proyecto exitoso. A pesar de esto, el FS todavía se definía como “una organización comprometida con el trabajo unitario, que tiene como objetivo sentar las bases políticas, ideológicas y de trabajo para la creación de un polo socialista revolucionario en el contexto actual de la sociedad puertorriqueña.”  [énfasis suplido]

José Escoda se dirige a la asamblea del FS

El polo socialista

Antes de continuar este recuento, resulta indispensable definir el concepto de “polo socialista” y su relación con la creación del Frente Socialista. Debemos recordar que (y a pesar de las apariencias) el FS nunca fue un fin en si mismo. El FS siempre se había definido a sí mismo como “una organización comprometida con el trabajo unitario, que tiene como objetivo sentar las bases políticas, ideológicas y de trabajo para la creación de un polo socialista revolucionario en el contexto actual de la sociedad puertorriqueña.” Ahora bien… ¿cuál era el significado de eso de “sentar las bases políticas, ideológicas y de trabajo” y ¿qué era eso de un “polo socialista revolucionario”?

Para comprender estos conceptos debemos retrotraernos al año 1989, fecha en que se constituye el Comité Timón. Esta era la época de la gran dispersión socialista en Puerto Rico producto de dos factores. A nivel internacional el llamado “socialismo real” se encontraba en franca retirada desde Polonia hasta Afganistán, presagiando el final de la URSS. A nivel nacional, la descomposición del Partido Socialista Puertorriqueño (PSP) a partir de las elecciones del 1980 había producido una docena de grupos socialistas a través de toda la isla. De otro lado, centenares de ex-militantes del PSP abandonaban el socialismo para fundar Causa Común Independentista o, peor aún, abandonar la militancia para siempre.

En este contexto histórico, el hecho de que el MST planteara la creación de un “polo socialista revolucionario” planteaba una manera de aglutinar los militantes y grupos socialistas en torno a una lucha común (“sentar las bases”). Ese fue el objetivo de la lucha contra el plebiscito y, una vez desaparecida dicha amenaza, se pasó a la creación del Frente Socialista de forma casi natural. En momentos de reflujo del socialismo, el “polo” habría de atraer, como imán ideológico, a todos los militantes y grupos comprometidos con la lucha socialista.

Dentro de esa visión, el “polo socialista revolucionario” fue todo un éxito. No sólo se atrajo a prácticamente todos los sectores socialistas del país, sino también se mantuvo viva la llama de la lucha por el socialismo en momentos de gran reflujo ideológico a nivel nacional e internacional.

El problema vino después. Una vez creado el polo socialista sólo habían dos opciones: o el MST crecía al absorber los integrantes del polo (partiendo de una visión sectaria), o el polo se transformaba, mediante la fusión de sus integrantes, para crear una organización socialista más fuerte (partiendo de una visión amplia revolucionaria). Si examinamos el artículo de Luis Ángel Torres, ¿Por qué nos fuimos del Frente Socialista?[10] podemos concluir que el MST sostenía la segunda posición:

Entendíamos que el Frente como organización unitaria de los socialistas puertorriqueños no tenía la pertinencia o vigencia que desde su fundación en 1990 le habíamos asignado. Verificar esta realidad fue particularmente duro para mí y para otros compañeros (as) que en distintos momentos pensamos que las organizaciones del Frente podrían fusionarse en una sola organización que, en su conjunto, superara las deficiencias y limitaciones particulares y pudiera darle un impulso grande a la lucha por el socialismo en este país.

Suponíamos que las diferencias ideológicas y políticas existentes podrían discutirse y poco a poco llegar a los consensos que un proceso de fusión organizativa amerita. Sin embargo esa evaluación estaba lejos de ser certera. Las diferencias son más serias de lo pensado, la práctica de los pasados 15 años así lo ha atestiguado y peor aun, quizás por eso mismo, no todas las organizaciones tienen la intención ni la voluntad de fusión que hace falta.[énfasis suplido]

Como puede observarse, la visión del principal dirigente del MST es que en 1990 se le asignaba una vigencia al FS y que dicha vigencia conduciría a la fusión en una sola organización que “pudiera darle un impulso grande a la lucha por el socialismo en este país.” ¿Y por qué pierde vigencia el FS entre el 1990 y el 2000?[11] Porque no todas las organizaciones tienen la intención ni la voluntad de fusión que hace falta.”

Pero más aún, el problema no se limitaba a que no existiera voluntad para fusionarse: además el FS dejó de funcionar como frente y comenzaba a funcionar como una sola organización:

Las veces en que se discutió alguna posibilidad de fusión en el Frente Socialista no se logró acuerdo entre sus componentes. Prevaleció de palabra la visión del Frente como una coordinadora entre organizaciones y compañeros (as) en su carácter individual. Sin embargo, contradictoriamente se siguió funcionando como si ya fuéramos una sola organización. Eso explica que en algún momento, con el voto en contra del MST, se eliminara el consenso como método principal para tomar las decisiones fundamentales y por tanto, todos los asuntos se decidieran por votación mayoritaria, independientemente de si una de las organizaciones componentes no estuviera de acuerdo. De ahí en adelante los individuos tendrían el mismo peso que las organizaciones en las decisiones fundamentales, lo cual es un contrasentido en una coordinadora. [énfasis suplido]

Así pues, la organización que en el 1989 convocó a la creación del Comité Timón pro frente socialista contra el plebiscito, y que sostuvo la necesidad de crear un “polo socialista revolucionario” abandonaba el esfuerzo, convencida de que no había “voluntad de fusión”, y conciente de que el FS había dejado de funcionar como un frente y comenzaba a funcionar como una sola organización fusionada.[12]

Jorge Farinacci García en actividad del FS

La crisis del 2007-2008

A partir de la enfermedad y muerte del compañero Jorge Farinacci García el 26 de agosto de 2006 el FS se sumergió en una nueva crisis de inactividad. De ser una organización de militancia y actividad casi constante (1998 a 2005), el FS pasó a una etapa en que se limitaba a sumarse a las actividades de otras organizaciones, emitía regularmente algunos boletines y comunicados de prensa y de vez en cuando enviaba un delegado(a) a algún evento internacional. Evidentemente la clase obrera en Puerto Rico necesitaba mucho más que esto.

Nadie en su sano juicio podría decir que el FS del 2007 se parecía en algo al FS del 1990 o al del 1993. La diferencia principal era que, según su funcionamiento, hacía tiempo que el FS había dejado de ser una coordinadora de organizaciones para convertirse (en la práctica) en una especie de “partido de tendencias”. El “Partido FS” tenía su Comité Central (Plenario), su Comisión Política (Comité Directivo) y su Programa Político (Programa de Lucha). El problema es que, a pesar de que funcionaba (o pretendía funcionar) como partido, lo cierto es que se asemejaba a un partido en que coexistían una variedad de tendencias o facciones: cuatro organizaciones y un grupo de afiliados independientes divididos a su vez en una diversidad de tendencias.

Para el año 2007 el FS ya había perdido toda iniciativa de accionar político. La inmensa mayoría de las actividades del FS fueron comunicados de repudio o de apoyo a tal y cual causa. La única actividad de militancia convocada por el FS ese año fue el tradicional piquete al mensaje del gobernador. De otro lado, el trabajo organizativo del FS simplemente desapareció. Los comités regionales se disolvieron y el FS se redujo a una cúpula en que se reunían representantes de cuatro agrupaciones socialistas y algunos socialistas en su carácter individual.

En conclusión, para el año 2007, el FS se había convertido en un “partido de tendencias”, sin organización de base, en el cual sólo se reunía su Comité Central y dos de sus comisiones.[13] Pero peor aún, por su accionar, el FS se había convertido en una especie de comité de apoyo permanente a todas las causas justas sin que se viera por ningún lado un plan estratégico para adelantar la lucha por el socialismo.

A raíz de esta situación el PRT, TFP y la JIR promovieron el desarrollo de un debate dirigido a superar el estancamiento en que se había sumido el FS. El 18 de febrero de 2007 convocaron un Primer Encuentro de Unidad Socialista donde se propuso la necesidad de superar el trabajo del FS y encaminar los esfuerzos conjuntos hacia la construcción de un partido de trabajadores. Refundación Comunista y un grupo de socialistas individuales se opuso a que el FS se desarrollara en esa dirección.

A pesar de que las organizaciones que participaron del Encuentro Socialista constituían la mayoría del Frente Socialista, éstas determinaron no imponer su visión al interior del frente. Para el 25 de mayo de 2008 organizaron el Segundo Encuentro Socialista, al cual se integró el Proyecto de Trabajo Político (PTP). Los diálogos entre las cuatro organizaciones culminaron con la fundación del Movimiento Al Socialismo (MAS) el 14 de septiembre de 2008.

A raíz de la fundación del MAS el Frente Socialista quedó seriamente debilitado y nunca volvió a recuperar su nivel de influencia y actividad. Sólo quedarían en el FS un grupo reducido de socialistas en su carácter individual y Refundación Comunista. Ese fue, en definitiva, el final del “polo socialista”. 

[1] Para aquella época el Congreso de los EE.UU. planteaba la posibilidad de auspiciar un plebiscito sobre el status político de Puerto Rico.

[2] Agustín de Jesús, Daniel Vila y Rita Zengotita.

[3] RESPUESTA SOCIALISTA AL LIDERATO DEL PIP (agosto 1990) y BOLETIN LARES (septiembre 1990)

[4] El MLN no envió representante alguno a la Asamblea Constitutiva del FS. Sin embargo, enviaron una carta donde plantearon dos asuntos: (a) el proyecto de Programa de Lucha no incluía nada sobre los puertorriqueños en EE.UU. y (b) el cuestionamiento sobre la participación de una organización norteamericana (UWP) en el FS.

[5] Nombre que asumió el FAE como resultado de su asamblea del 21 de julio de 1991. En su carta de renuncia, el MAS atribuye la crisis del FS y su inactividad política a 4 factores: (1) ausencia de objetivos políticos claros, (2) ausencia de un trabajo político sistemático, (3) la ausencia de una política organizativa efectiva y (4) el desarrollo de estilos y actitudes incorrectas, tale como el liberalismo de algunos y el sectarismo de otros. Otras críticas que se mencionan en la carta de renuncia están: (1) las limitaciones del “issuísmo” (limitarse a adoptar posiciones defensivas y contestatarias a los diversos “issues” políticos que surgen en el país) y (2) la  incapacidad de desarrollar un órgano informativo regular del FS.

[6] Ya en asambleas anteriores se habían dado intervenciones por parte de Luis Ángel Torres (MST) y Félix Córdova (TFP) sobre la necesidad de dar pasos hacia la fusión.

[7] “Manifiesto de la Juventud por la Fusión Necesaria”, 19 de noviembre de 2000.

[8] “¿Por qué nos fuimos del Frente Socialista?” https://lat2.wordpress.com/2013/07/10/por-que-nos-fuimos-del-frente-socialista/

[9] Por ejemplo, UJS-MST, FUPI, PRTP, OSI, LE, PSO y otros…

[10] https://lat2.wordpress.com/2013/07/10/por-que-nos-fuimos-del-frente-socialista/

[11] Fecha en que Luis Ángel admite que “…para muchos de nosotros la decisión de salirnos del Frente estaba tomada, por lo menos, desde el 2000.”

[12] Naturalmente, este reconocimiento no excusa al MST por no traer a discusión del FS las diferencias de concepción, y mucho menos bajo el débil argumento de que “dar la lucha interna para procesar los cambios que el Frente necesita” de alguna manera implicaba “menoscabar el trabajo esencial para nosotros” [la lucha obrera y estudiantil].

[13] La Comisión de Relaciones Internacionales (CRI) y la Comisión de Asuntos Obreros y Sindicales (CAOS).

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Author: Carlos Quirós Méndez

Carlos Quirós Méndez es abogado laboral y educador sindical. Por espacio de veinte años fue Director del Instituto Laboral de Educación Sindical (ILES). Ha sido cofundador de la Coordinadora Sindical (CS), el Partido del Pueblo Trabajador (PPT), el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) y la Casa de Estudios Sindicales (CES).

Recuperado de: https://rumboalterno.net/2021/11/a-31-anos-de-la-fundacion-del-frente-socialista-en-puerto-rico/

DOCUMENTO 2

Manifiesto de la Juventud

Por la fusión necesaria

I- QUIÉNES SOMOS:

Este manifiesto está suscrito e inspirado por los sectores juveniles que, a lo largo de los diez años de vida y lucha del Frente Socialista, han seguido y aportado al desarrollo de la creación de un polo socialista organizado, con el fin de contribuir a la liberación de la clase obrera y demás sectores oprimidos de los embates de la barbarie capitalista.

Somos la juventud que se organiza por el socialismo a la sombra de la caída de los llamados países socialistas de Europa del Este.  Somos la juventud que sólo ha podido satisfacer sus ansias de transformar la sociedad en los postulados más elementales del socialismo democrático:  la abolición de la explotación del ser humano por el ser humano, la abolición de las clases y prejuicios sociales y la constitución de una sociedad verdaderamente democrática y libertaria.

Somos la juventud que se enorgullece de su identidad nacional, caribeña y latinoamericana, pero que no se conforma con alzar banderas o cantar versos patrióticos.  Somos l@s que hemos podido ver más allá de los errores que la izquierda cometió en el pasado y, más que unirnos a la ola del inmovilismo y pesimismo, hemos distinguido y aprendido de las fallas y aciertos de quienes nos precedieron.

Este grupo de jóvenes está ansioso de ser parte del renacimiento de la esperanza para l@s oprimid@s.  Queremos ser parte de la historia de la Revolución, no de las modas consumeristas.  Queremos contribuir a los cambios necesarios de nuestros pueblos, no verlos por TV.  Queremos abrazarnos con los y las valerosas camaradas que, a lo largo de tantos años, han mantenido la antorcha del socialismo en alto, no empece la represión, la cárcel, la renuncia a las comodidades y la pérdida de seres queridos.

Nuestra esperanza en la unidad integral del Frente Socialista no es un capricho infantil.  Tenemos esperanza en que el FS se convierta en una estructura única porque sabemos que va en el mejor interés de la lucha revolucionaria y porque conocemos del desprendimiento y la madurez de la mayoría de quienes componen las diferentes organizaciones del FS.

Las condiciones objetivas nunca habían estado tan maduras como hoy.  Las subjetivas también se respiran.  Sólo falta el empuje prudente y audaz necesario para cualquier tarea revolucionaria de envergadura.

II POR QUÉ ES NECESARIA LA FUSIÓN DEL POLO SOCIALISTA:

Puerto Rico ha vivido años de grandes movilizaciones que muy poc@s anticipamos.  La Huelga de la Telefónica y la intensificación de la lucha por sacar a la Marina de Guerra de los Estados Unidos de la isla de Vieques, nos han demostrado que, a pesar de encontrarse la izquierda de Puerto Rico y del Mundo en un momento de debilidad, los pueblos no pierden su capacidad de lucha y de indignación.  La crisis del socialismo, como algun@s han querido llamar a este periodo de debilidad, ha tocado al FS y a todas las organizaciones que lo componen.

Ante los sucesos de la caída de la URSS y la crisis de la izquierda en Puerto Rico, surge la necesidad de los sectores socialistas de resistir los embates.  La crisis nos obligó a crear el Frente que hoy conocemos.  El Frente ha sido el escudo de l@s socialistas en las últimas jornadas de resistencia.

Este escudo ha sido útil para mantenernos de pie, para no dejar caer la bandera de lucha, pero ciertamente no ha sido el instrumento capaz de estar a la altura de las grandes movilizaciones ya mencionadas.  El intento genuino no ha sido en vano, ya que hemos aprendido mucho en la marcha y sentado las bases para la construcción del arma de lucha que necesitamos para comenzar una nueva ofensiva.

Como vemos, en 10 años de lucha, nuestro Frente Socialista se nos ha quedado como un instrumento pequeño para quienes ambicionamos avanzar con mayor agilidad en los quehaceres revolucionarios.  El Frente ya cumple su rol de coordinadora – la evolución está en la fusión.  Es tiempo de mudar de piel y construir una nueva estructura de tod@s.  De no hacerlo, tendríamos que reconocer que la función del FS seguirá siendo una de carácter limitado y de coordinación.

Por esto, es que vemos la fusión como necesaria y no tan sólo como anhelable.  Creemos en que la unidad de todas las organizaciones del FS y de sus miembros que participan a título propio, redundaría en una organización más fuerte y con mayor alcance, que lo que la suma de estos factores pudiera dar.  Acabaríamos con la duplicidad de esfuerzos; nuestr@s militantes ya no tendrían que seguir con la agotadora doble militancia que significa ser del FS y de alguno de sus componentes; en el ámbito propagandístico, tod@s siempre seríamos del FS; todo reclutamiento sería directamente con el FS; y, finalmente, el sentido de pertenencia de la militancia sería exclusivo con el FS y, por tanto, la dedicación al FS sería mayor.

La actual dinámica interna del FS ha logrado que tanto el MST, como el PRTP y el TFP hayan desarrollado una confianza política que, incluso, dista de la realidad que viven otras alianzas independentistas en el presente y el pasado, en donde los acuerdos no parten de las bases de la confianza y el respeto.  Prueba de esto es como las bases de cada organización han trabajado hombro con hombro y con el mayor desprendimiento en procesos tan delicados como los que hemos vivido en las luchas universitarias, la huelga de la Telefónica y la batalla de Vieques, por mencionar algunos de los eventos más intensos.  Es precisamente esta confianza, la que sienta las bases de esta propuesta de unidad.

De hecho, es necesario advertir que la trascendencia del proceso de la huelga de la telefónica demanda la existencia de una organización revolucionaria y socialista de mayor fuerza y capacidad organizativa. Nunca antes, al menos en las últimas décadas del siglo XX, ningún proceso de lucha obrera había tenido el alcance en la movilización de fuerzas sociales como lo tuvo la huelga de los trabajadores de la telefónica. De ahí, que para los socialistas sea prioritario la formación de una organización revolucionaria que pueda influir, contribuir e impactar con mayor energía en procesos sociales como el antes señalado.  No nos cabe la menor duda de que el sector revolucionario que puede plantearse esa tarea, son las organizaciones que componen el FS.

Pero, la incertidumbre del futuro del FS y el instinto natural de aferrarnos a nuestras organizaciones ya instituidas, mina este adelanto que hemos logrado en los últimos años.  Necesitamos algo más que confianza política para fluir en la lucha.  Tenemos que crear un espacio de intimidad que nos permita funcionar sin etiquetas y máscaras que nos ponen o nos imponemos.  Esto sólo se da al interior de una organización fusionada, con espacio para debatir abiertamente todas nuestras diferencias e inquietudes, con espacio para convencer y ser convencid@s.

La fusión es necesaria para acabar con los vestigios del sectarismo que aún nos persiguen.  Mientras cada organización tenga una verdad oponible a la de las demás, no podremos adelantar la lucha.  Sólo tenemos que mirar el cuadro desde afuera para darnos cuenta que cuando el enemigo ataca a l@s socialistas, se refiere a tod@s, sin importar a la organización que pertenezcamos.  Incluso, dentro del independentismo y el movimiento obrero, el fantasma que ronda no es el de alguna de las organizaciones, es el fantasma del Frente Socialista.  Esta imagen nos la hemos ganado gracias a que hemos dado pasos afirmativos para superar el sectarismo, y nos hemos ido identificando como un bloque unido.  Recojamos estos frutos antes de que se pasen de tiempo.

Uno de los mayores defectos del Frente Socialista es que, en los momentos en que el calor de la lucha ha exigido de una organización ágil que logre tomar e implementar decisiones democráticas de forma rápida y efectiva, la estructura del Frente no ha estado a esa altura.  El ser una coordinadora exige que muchas de las decisiones sean consultadas al interior de cada organización y esto se suma a que las estructuras del FS son mínimas y están poco engrasadas para permitir decisiones eficientes.

Tenemos que crear una nueva organización en donde cada militante tenga su espacio para la discusión de los debates y, que a la vez, se puedan crear las estructuras unificadas y coordinadas necesarias para la toma e implementación rápida de los acuerdos alcanzados.

En el FS, aunque siempre se ha tratado de crear estructuras de base por región, sector juvenil o tema de trabajo, los intentos no han dado los frutos deseados.  Actualmente, sólo funcionan limitadamente el Comité del Área Metropolitana y la Conferencia Sindical.  Entendemos que esto se debe a que las estructuras de base chocan con el carácter de coordinadora del FS.  No hemos podido resolver, dentro del marco del FS, las contradicciones que estos dos modelos encierran.  L@s militantes de cada organización ya participan, en muchos casos, en estructuras de base de sus respectivas organizaciones.  También, se dificulta la participación de est@s compañer@s que tienen que entenderse como representantes o miembros a título propio en las estructuras de base del FS.  Por otro lado, l@s militantes que no pertenecen a ninguna organización política que no sea el FS, se sienten incómod@s en estas estructuras de base, ya que la doble militancia de l@s demás limita el trabajo organizativo.

Es importante la fusión para crear mejores canales de democracia participativa.  Hoy, la estructura del Plenario, organismo dirigente del FS, no es representativa del trabajo de base en que nos encontramos inmers@s.  Aparte de la representatividad de l@s delegad@s de cada organización componente del FS, l@s demás participantes del Plenario no responden a ningún sector organizado del FS.  Esto hace que, aunque son elect@s en Asamblea, su voto responda a sus criterios personales y no a sectores representados.

También es necesario crear unos canales, que junto a las estructuras de base, puedan abrir espacios de discusión política en el ámbito interno.  Hoy, nuestra militancia discute la mayoría de los problemas al interior de sus organizaciones y no con el resto de l@s miembros del FS.  Este debate interno que nos hemos negado influye en la falta de unidad y confianza política entre l@s militantes de base.

Finalmente, se hace necesaria la unidad del FS porque la clase obrera tiene que escuchar un mensaje coherente y que surja de una organización más fuerte y en crecimiento.  Para enarbolar los postulados del socialismo, en estos tiempos en que algun@s han declarado muertas las utopías, es necesario mostrar una presencia renovada y con capacidad de inspirar a la clase obrera a alcanzar victorias a corto plazo, que sirvan de escuela a la victoria definitiva.

III- POR UNA ORGANIZACIÓN SOCIALISTA, DEMOCRÁTICA Y REVOLUCIONARIA:

La fusión del Frente Socialista es más que la unión de tres organizaciones y demás camaradas.  Es la creación de una nueva organización con una dinámica diferente para que logre multiplicar los recursos y la efectividad.  Los principios ideológicos y organizativos, aunque tienen ya un punto de partida en los diez años de lucha del FS, tienen que surgir de un proceso democrático de discusión entre todas las partes.  Tenemos que lograr consensos y convencer a toda la militancia del nuevo proyecto.  Esto sólo se alcanza si se participa en el proceso de fusión.  Nadie se puede quedar de expectador(a) y no podemos dejar tampoco a nadie al margen.

Este manifiesto no sólo hace un llamado a sentar las bases de cómo nos vamos a fusionar, sino que también hace un llamado a comenzar a visualizar cómo será esta nueva organización que junt@s crearemos.  Nos arriesgamos a adelantar unas ideas generales que entendemos deben ser los pilares de la nueva organización.  Hacemos esto porque queremos enfatizar que la fusión que queremos ya existe en nuestras mentes.  Queremos una nueva organización que claramente se identifique con un proyecto socialista internacionalista.  Queremos que sea democrática al interior de la organización y en todo trabajo conjunto y de base en que se integre.  También, tiene que ser revolucionaria, creer en la transformación radical del orden social vigente y llevar a la práctica toda su prédica.

Cuando hablamos de socialista, no queremos, al menos por ahora, limitar y definir al dedillo o encasillar el socialismo que queremos en las categorías tradicionales.  Pero, sí entendemos que desde ya podemos, a modo de norte ideológico, plantear que abogamos por una organización que su interés principal sea el trabajo con la clase obrera, tomando en cuenta los sectores oprimidos de esta sociedad como son las mujeres, las comunidades pobres, la juventud y la niñez, la comunidad homosexual y lésbica, y la comunidad inmigrante en Puerto Rico.

Queremos un socialismo que tome en cuenta la importancia que tiene para la humanidad el encontrar un balance entre el desarrollo y la naturaleza.  La naturaleza, con todos sus recursos, está para servir a la humanidad, pero es cuidando de ella y buscando un desarrollo sustentable que nos sirva mejor.

Nuestra organización tendrá que ser democrática o no será socialista.  Cuando hablamos de esto nos referimos a que cualquiera que sea la forma interna en que nos organicemos, tendremos que garantizar que existan espacios para la discusión profunda entre la militancia y que sea de esas discusiones que surjan las decisiones que tomemos.  Tenemos que dar espacios a que se organicen tendencias políticas dentro de la organización misma.  Las organizaciones crecen ideológicamente sólo cuando se le entregan a sus miembros las herramientas necesarias para divulgar y escuchar las ideas de l@s demás. Las estructuras de dirección tienen que ser electas por votación directa de la militancia y ésta se debe reservar el derecho pleno a cambiar sus líderes durante o al finalizar el término para el cual fueron elect@s.  Nuestro liderato debe salir de, responder a, y mantenerse en contacto con las bases organizativas de trabajo.  De igual modo que debemos ser democráticos a nuestro interior, nuestr@s militantes deben dar cátedra de democracia en sus áreas de trabajo.  No podemos hablar de socialismo democrático cuando un(a) compañer@ en su sindicato apoya o es parte de prácticas antidemocráticas.  Es con el convencimiento, a través del ejemplo, que rompemos con los esquemas de dominación a los que nos tienen acostumbrad@s.  Recordemos, no queremos tomar el poder sól@s, queremos tomarlo junto a las grandes masas populares.

Debemos ser revolucionari@s y acentuarlo en todo momento porque las organizaciones siempre están ante la disyuntiva de escoger el camino del reformismo o la revolución.  Sabemos que no son dos sendas fáciles de distinguir y que en ocasiones, se entremezclan.  Pero, la práctica debe ser desde una perspectiva revolucionaria, que no repare en tomar la senda revolucionaria aunque el camino se vea más empinado.

Como revolucionari@s, nuestra organización no puede descartar de antemano ningún método de lucha.  Desde la lucha armada hasta las campañas electorales, todas son armas del proletariado y de los sectores populares que, bien utilizadas, pueden dar resultados positivos.

Exhortamos a tod@s a que se unan a este esfuerzo para transformar esta gran trinchera de lucha que ya se ha ganado su espacio en la historia, en una nueva organización socialista, ampliamente democrática y revolucionaria, que contará con lo mejor de las tradiciones socialistas que aún perseveran en nuestra patria.

IV- POR DÓNDE EMPEZAR:

Llevamos años escuchando a diferentes camaradas y organizaciones clamando por la fusión definitiva del Frente Socialista.  Han sido elocuentes e inspiradoras las intervenciones del compañero Luis Ángel Torres del MST en la Asamblea del FS del 15 de noviembre de 1998 y la del compañero Félix Córdova del TFP en la Asamblea de septiembre de 2000, en donde ambos llamaron a dejar a un lado las diferencias que nos separan y dar los pasos que conduzcan a la fusión necesaria.  Pero más elocuentes han sido los contingentes que, a lo largo de los últimos cuatro años, el Frente ha organizado, en donde tod@s andamos con bandera roja en mano demostrando la unidad y poder de convocatoria de l@s socialistas en Puerto Rico. Esto ha servido de cimiento para este manifiesto.  Quizás lo que no se ha hecho aún es lo que nos proponemos hacer:  un llamado de por dónde comenzar.

Lo primero que nos proponemos lograr, como jóvenes del FS, es alcanzar un acuerdo inicial de cada organización del FS, para que se sume a este esfuerzo de tratar de construir una nueva organización política.  Este acuerdo debe ser franco, debe querer la fusión.  Esto no significa, sin embargo, que estén obligados a fusionarse.  Esto tendrá que ser ratificado por cada organización al final de la jornada.

Luego, se debe crear un comité de diálogo que, tomando en cuenta el sentir de las organizaciones y de la membresía no afiliada, calendarize un plan de discusiones para toda la militancia del FS, con el objetivo de discutir entre tod@s, aspectos candentes de la lucha que consideremos como controversiales o poco discutidos.  Esto es de suma importancia porque nos permitiría hacer una relatoría de cada discusión y de ahí, comenzar a sentar las bases de los asuntos que tengan que ser acordados.  También, nos interesa que la militancia de cada organización pueda discutir en conjunto sobre diferentes temas para que podamos ver, con nombres y apellidos, en qué cosas coincidimos y en dónde residen realmente nuestras diferencias.

Para este ciclo de discusiones, sugerimos diferentes temas que, entre otros, podrían ser efectivos para cumplir con las metas ya expuestas:

1. El debate sobre concepciones de trabajo con la clase obrera:  el trabajo de base, las tendencias internas en los sindicatos, las burocracias sindicales, las uniones internacionales, el trabajo no relacionado al sindicalismo propiamente, entre otros;

2. Las relaciones internacionales, en especial, el caso de Cuba;

3. Métodos de lucha, entre otros, el debate electoral, la lucha armada, etc.;

4. Los aspectos de la democracia interna y de la democracia a la que aspiramos, incluyendo los lugares en que hacemos trabajo político;

5. La cuestión nacional:  la lucha por el socialismo en una nación colonizada; y,

6. Otras luchas sociales, tales como la lucha de la mujer, el movimiento gay y lésbico, la comunidad inmigrante, la lucha ambiental, etc.

Ciertamente, esta lista no es taxativa.  Tiene el objetivo de dar un ejemplo de la profundidad de temas que nuestras bases tienen que discutir de tú a tú y no por medio de comisiones trilaterales ni cosas parecidas.

Estas discusiones deben contar con planteamientos adelantados de cada organización, con el propósito de agilizar la discusión y de fomentar la rigurosidad de las mismas.  También debemos exhortar a cualquier miembro del FS a que exponga por escrito sus planteamientos.

Paralelo a estas discusiones, se debe crear un espacio de reuniones entre el TFP, PRTP y MST, para que puedan evaluar en conjunto, el desarrollo de los pasos tomados hacia la fusión y puedan, a su vez, discutir cualquier escollo o diferencia que se presente y que dificulte el objetivo final trazado.  Estas reuniones son necesarias, ya que tenemos que partir de la realidad concreta de que cada organización debe estar convencida de dar un paso como éste, que no significa otra cosa, que la disolución de todas las organizaciones en una nueva organización política.

A la vez, el Plenario del Frente Socialista debe intensificar el trabajo en la calle para que se den las condiciones de que cada miembro del FS, sin importar de que organización sea, pueda hacer trabajo en conjunto con demás camaradas de otras organizaciones.  Recordemos que nos queremos unir no sólo en el ideal, sino también en la práctica de día a día.

El comité de diálogo se encargará de documentar todos los resultados de cada gestión conducente a la fusión para ser publicado entre cada miembro, incluyendo las discusiones de los temas anteriormente mencionados y los trabajos unitarios realizados.

También el comité, por unanimidad de todas las organizaciones, debe redactar un acuerdo preliminar de fusión del Frente Socialista.  Se presentara entonces al Plenario para hacerle los cambios correspondientes.  Este acuerdo debe tocar todas las cuestiones necesarias para la creación de una nueva organización.  Con el mismo, todas las organizaciones se comprometen a fusionarse, independientemente de los cambios que el Congreso de Fusión acuerde, salvo que los mismos vayan a cuestiones de principios medulares para la organización.  Una vez redactado y aprobado el mismo, se tiene que dar un proceso de discusión y debate por sectores para que la militancia reaccione al mismo y pueda proponerle enmiendas.

Este documento debe ser la base del Congreso de Fusión, en donde toda la militancia del Frente Socialista discutirá y aprobará, con las enmiendas pertinentes, el acuerdo de fusión que servirá de documento constituyente de la nueva organización que queremos.  El Congreso de Fusión contará con la participación de tod@s l@s miembros bonafides del FS.  Para esto, se tiene que llegar a un acuerdo preliminar que estipule tal distinción.  Cada miembro participante tendrá derecho a voz y voto en el Congreso y podrá ser elect@ en cualquier organismo que se forme.

Camaradas, lo más difícil es comenzar.  Entendemos que ya esta ruta se ha caminado en los últimos años de lucha hermanada. Sólo tenemos que recapitular y volver a andar conscientemente aquellos caminos que en el pasado nos han demostrado el valor de cada compañer@ que juntos dan la batalla en el piquete, en la reunión, en la conspiración y, sobre todo, en la solidaridad.

  ¡POR UN PUERTO RICO LIBRE Y SOCIALISTA!

¡LA EVOLUCIÓN ESTÁ EN LA FUSIÓN!

¡POR EL DERRUMBAMIENTO DEL CAPITALISMO EN EL MUNDO Y POR EL NACIMIENTO DE UNA HUMANIDAD SOLIDARIA!

¡LUCHEMOS POR LA UNIDAD NECESARIA!

 Presentado en Asamblea del Frente Socialista el 19 de noviembre de 2000 en San Juan, Puerto Rico.

 Recuperado de: https://frentesocialistapr.tripod.com/debate/textos/manifiesto.htm

DOCUMENTO 3

¿Por qué nos fuimos del Frente Socialista?

El siguiente artículo fue publicado el pasado 1 de febrero en BREL. Sin embargo, a petición del propio autor, ese mismo día fue retirado. A insistencias del Comité de Bandera Roja, el autor accedió a volver a publicar el artículo. Pedimos disculpas a nuestros lectores por esta situación. — Comité de Bandera Roja

Recientemente el Movimiento Socialista de Trabajadores decidió desafiliarse del Frente Socialista. Esta determinación se venía contemplando y discutiendo entre los compañeros (as) del MST desde hace varios años y asuntos de la mayor prioridad la habían pospuesto. ¿Por qué nos desafiliamos?

Para muchos de nosotros la desafiliación del Frente se había producido años atrás. Entendíamos que el Frente como organización unitaria de los socialistas puertorriqueños no tenía la pertinencia o vigencia que desde su fundación en 1990 le habíamos asignado. Verificar esta realidad fue particularmente duro para mí y para otros compañeros (as) que en distintos momentos pensamos que las organizaciones del Frente podrían fusionarse en una sola organización que, en su conjunto, superara las deficiencias y limitaciones particulares y pudiera darle un impulso grande a la lucha por el socialismo en este país.

Suponíamos que las diferencias ideológicas y políticas existentes podrían discutirse y poco a poco llegar a los consensos que un proceso de fusión organizativa amerita. Sin embargo esa evaluación estaba lejos de ser certera. Las diferencias son más serias de lo pensado, la práctica de los pasados 15 años así lo ha atestiguado y peor aun, quizás por eso mismo, no todas las organizaciones tienen la intención ni la voluntad de fusión que hace falta. Prácticamente en el Frente han convivido distintas concepciones de cómo lograr la unidad socialista. El MST fue producto de la fusión de dos organizaciones. Por tanto, para nosotros iniciar un proceso de unidad orgánica implica que las organizaciones y grupos estén dispuestas a discutir a profundidad las divergencias ideológicas, a realizar una práctica conjunta que vaya verificando los consensos alcanzados y sobre todo, vaya articulando una confianza política y sentido de pertenencia al proyecto en gestación. Solo el consenso puede garantizar que ese proyecto sea viable.

Poner todas las cartas sobre la mesa es otro requisito indispensable. Ese proceso no es posible si alguna de las organizaciones se reserva el derecho o la potestad a no integrar sus recursos o, sencillamente, poner parte de sus recursos pero mantenerse como la «reserva patriótica» de la nueva organización. Obviamente con tutelajes no puede haber fusión de clase alguna.

Las veces en que se discutió alguna posibilidad de fusión en el Frente Socialista no se logró acuerdo entre sus componentes. Prevaleció de palabra la visión del Frente como una coordinadora entre organizaciones y compañeros (as) en su carácter individual. Sin embargo, contradictoriamente se siguió funcionando como si ya fuéramos una sola organización. Eso explica que en algún momento, con el voto en contra del MST, se eliminara el consenso como método principal para tomar las decisiones fundamentales y por tanto, todos los asuntos se decidieran por votación mayoritaria, independientemente de si una de las organizaciones componentes no estuviera de acuerdo. De ahí en adelante los individuos tendrían el mismo peso que las organizaciones en las decisiones fundamentales, lo cual es un contrasentido en una coordinadora.

Lo mismo sucede con el desarrollo organizativo: se insiste en formar comités del Frente a sabiendas de que no está planteada la fusión. Si el Frente es una coordinadora no debe estar organizando comités propios pues por lógica va a chocar con la separación existente entre las organizaciones. Parece que se parte de la idea de que la unificación que no se puede lograr a nivel nacional sí es posible a nivel local. En Mayagüez tuvimos una desagradable experiencia que ha sido aleccionadora para todos.

Un aspecto que ha traído una gran molestia entre nosotros es el apego del Frente a las posiciones del gobierno cubano. El Frente lejos de mantener una posición crítica como se espera de una organización socialista, se ha convertido en un vocero justificador de las posiciones de la dictadura cubana. Los arrestos de cientos de miembros de la oposición, el encarcelamiento de más de 75 opositores y la aplicación de la pena de muerte, sucesos acaecidos en años recientes, no han recibido siquiera una tibia crítica del Frente. Mientras se defienden los derechos civiles de los cinco cubanos condenados en Estados Unidos, ni se mencionan los derechos de los reprimidos por el régimen cubano. Cosa rara, en Puerto Rico se oponen a la pena de muerte, pero en Cuba no dicen ni pío. La defensa del régimen de Fidel Castro ejemplifica una diferencia ideológica de cardinal importancia respecto al tipo de socialismo que defiende el Frente Socialista.

Esas discrepancias se han exacerbado durante el último año por las expresiones destempladas del principal portavoz del Frente Socialista. La alianza con el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) en las Naciones Unidas y más recientemente en la celebración del Grito de Lares, comprometió públicamente al Frente con unas posiciones que, por lo menos el MST y otros sectores, no compartimos. Aliarse con las posiciones sectarias y oportunistas del PIP y del Partido Nacionalista, grupo reaccionario y chauvinista, para combatir al MINH fue un grave error político que nos ha obligado a tener que dar explicaciones innecesariamente. Lo mismo ha sucedido con la borrachera de nacionalismo que ha embargado a importantes sectores de la izquierda a raíz del asesinato de Filiberto Ojeda; compañeros que hasta hace poco sostenían críticas muy serias sobre Filiberto, ahora tergiversan la historia y lo declaran héroe nacional. ¿A nombre del Frente Socialista?

El MST, obviamente no coincide con ese énfasis nacionalista. Los socialistas somos internacionalistas y no podemos plegarnos ante los mitos que el movimiento nacionalista ha propalado en este país y mucho menos, en aras de una supuesta unidad nacional, olvidar el daño que la ideología burguesa-nacionalista le ha causado a la lucha por la independencia. Los socialistas debemos dedicar nuestros recursos a organizar, movilizar y educar a los sectores más avanzados de la clase obrera, la única clase social capaz de hacer posible el sueño socialista; la tentación de competir con el MINH u otros sectores de la pequeña burguesía independentista no puede ser parte de ese norte ideológico.

¿Por qué no provocamos un debate en el Frente dirigido a que nuestras posiciones prevalecieran? El MST estaba ante una encrucijada; salirnos del Frente y dedicar todos nuestros esfuerzos a las prioridades que le han dado razón de ser al Movimiento (la lucha obrera y estudiantil) o dar la lucha interna para procesar los cambios que el Frente necesita. Optamos por lo primero por que hacer lo segundo implicaría menoscabar el trabajo esencial para nosotros. Si algo aprendimos durante los 15 años de participación en el Frente es que nuestros limitados recursos no eran suficientes para poder priorizar en ambas áreas de trabajo. El trabajo que desarrolla el MST en la Federación de Maestros, en el movimiento estudiantil y la lucha ambiental, entre otros, tiene un carácter estratégico y a penas damos abasto. No estamos dispuestos a priorizar en el trabajo del Frente, con el gran esfuerzo que tendríamos que desplegar para enfrentar las posiciones que hemos venido criticando, por que sencillamente sería lo mismo que debilitar al MST, en un momento donde no tenemos la menor garantía de que el Frente pueda realizar el trabajo que realiza el MST. No es secreto que una de las principales deficiencias del Frente ha sido la incorporación al trabajo de base con la clase obrera.

Como dijimos al comienzo, para muchos de nosotros la decisión de salirnos del Frente estaba tomada, por lo menos, desde el 2000. No impulsamos una determinación en aras de darle tiempo a otros compañeros, particularmente de la juventud, para que corroboraran o rebatieran por experiencia propia nuestros señalamientos. Cuando la Propuesta de la UJS para impulsar la fusión fue rechazada y meramente se nombró una Comisión de Discusión que no llegó a ningún lado, la cuenta regresiva se había iniciado y los que tenían dudas se fueron convenciendo de que el Frente no era el proyecto que el MST perseguía.

Dos puntos requieren aclaración. Primero; nuestro alejamiento del Frente como proyecto de unidad socialista no excusa la responsabilidad del MST en los errores o desaciertos del Frente. Quizás, como originadores de la idea del Frente, debimos plantear mucho antes nuestra convicción de la falta de vigencia de esta estructura unitaria. Aceptamos la responsabilidad que nos corresponde. Segundo; nuestra salida se da en los mejores términos de solidaridad con los compañeros (as) del Frente. Lo menos que pretendemos es iniciar un debate fraticida para ver quién tiene la razón. Sabemos que vendrán momentos y actividades donde podremos coordinar esfuerzos con las organizaciones del Frente para lo cual estamos en la mejor disposición. Confiamos que la salida del MST del Frente Socialista sirva, entre otras cosas, para profundizar la reflexión sobre cuáles deben ser las bases para la unidad de los socialistas.

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