Se crece hacia adentro (la esencia), nunca se crece hacia afuera. Lo que crece por afuera es la apariencia, la fachada que no permite que conozcan lo que hay dentro de uno.
La apariencia se compra con dinero: ropa fina, relojes, casas lujosas, títulos, posición social, lujos de todo tipo.
Crecer por adentro no se compra, porque no se vende. Es como parirse uno solo sin una madre, hay que pujar y da dolor, es reencontrarse con uno mismo y MIRARSE POR DENTRO, no en el espejo.