Autor: Héctor L. Nieves Reyes
13 enero 2020
Los procesos subjetivos en torno a la deuda pública
La deuda pública de Puerto Rico forma parte del proceso de alta lucratividad del capital financiero del patio y extranjeros, este proceso va acompañado de una construcción subjetiva favorable a estos intereses. Desde el pueblo nos asiste formular una concepción de mundo distinta basada en la resistencia y la solidaridad.
Para los acreedores, el sufrimiento y el dolor que conllevan sus políticas neoliberales es parte de la expiación, del proceso de redención y prueba que todo país endeudado debe experimentar. Es un sentido de culpa ciudadana que nos merecemos por haberles fallado a los acreedores, por habernos excedido, por no saber balancear los presupuestos, por gastar demás. Somos pecadores financieros y como todo pecador hay que pagar las penitencias y pedir perdón al nuevo Dios neoliberal: el capital financiero. Hay que asumir el dolor y cuanto más profundo sea mejor será la recuperación económica, es como tomarse un purgante que arregla la molestia. Ellos dicen que el país está “off-track”, descarrilado y alguien lo tiene que encarrilar.
Saldar la deuda se convierte en una forma de culpa, es la construcción de una subjetividad colectiva, todos somos deudores y somos responsables de faltas que otros cometieron en nuestro nombre, pero no en nuestro beneficio. Construir la subjetividad desde la perspectiva del pueblo implica repudiarla porque es una deuda ilegítima, exigir la auditoría ciudadana, formarnos teóricamente y legalmente, apoyar los organismos de ciudadanos que organizan la protesta, expandir nuestra visión política que se opone al capital financiero y sus representantes en Puerto Rico la Junta de Control Fiscal (JCF), es construir resistencia.
El Pueblo de Puerto Rico en especial los más afectados (trabajadores, mujeres, pensionados, estudiantes universitarios, entre otros) nos negamos a aceptar el sentimiento de culpabilidad ante los acreedores. Le decimos no a la subjetividad que afirma que: el endeudado solo es responsable ante el sistema bancario o ante los bonistas; que no cuenta con solidaridad alguna; y que es deber interiorizar las relaciones de poder en lugar de exteriorizarlas y combatirlas.
Los tres pilares del neoliberalismo
Los tres pilares del neoliberalismo son la austeridad fiscal, las privatizaciones y la liberalización de los mercados o desregulación estatal. Una austeridad como la que se impone en P.R. profundiza la recesión que padecemos hace más de una década (onda larga recesiva). El economista Emilio Pantojas manifestó tiempo atrás que se experimenta una depresión económica si tomamos en cuenta las pérdidas ocasionadas por el huracán María.
Las recesiones son caídas temporales de la tasa media de ganancia, una depresión económica es una caída sostenida y prolongada de la tasa media de ganancia. Carecemos de poder político para enfrentar las fluctuaciones y contradicciones internas que se generan en una economía capitalista y colonial como la de P.R. En materia de decisiones relacionada con la deuda, se impone la J.C.F., la jurisprudencia federal y el estado colonial obedece y ejecuta lo decidido. A este proceso se le llama condicionalidad. ¿Quién decide los acuerdos en torno a la deuda? Las condiciones rigurosas exigidas al deudor convierten la deuda en una herramienta política. Joseph Stiglitz dijo que: “las decisiones sobre deudas son decisiones políticas”. El Profesor Caraballo Cueto UPR-Cayey también manifestó que la reestructuración y la austeridad fiscal impuesta prologarán la recesión y así ha sido.
La crisis financiera tiene raíz en la desregulación de los mercados financieros (los mercados de capital) esto permitió a los bancos obtener más beneficios a cambio de asumir mayores riesgos, compra de deudas y actividades especulativas.
Los dos axiomas principales del neoliberalismo son:
El mercado funciona, es perfecto. Se basa esta hipótesis en que las ineficiencias de los mercados son relativamente pequeñas;
El Estado, las instituciones públicas funcionan mal, está basado en una hipótesis de que las ineficiencias del Estado son relativamente grandes.
Una regulación responsable por parte del Estado puede evitar muchas crisis porque ya conocemos que los actores de los mercados financieros son incapaces de la autorregulación, los mercados no son perfectos. Los principales actores e inversores conocidos como los brazos financieros que participan en el mercado son los:
- Bancos Internacionales en especial los Bancos de Inversión (B.I)
- Fondos de Pensiones (F.P)
- Fondos de Inversiones (F.I.)
- Aseguradoras y Coaseguradoras
- grandes compañías comerciales/financieras
- los “Hedge Funds” (H.F.)
- los Fondos Soberanos (F.S.)
- los “Money Market Funds (MMF)
- incluimos también a las agencias de calificación como lo es Moody’s y Standard and Poor.
A los mercados financieros se les considera disfuncionales porque no colocan los dineros donde se necesitan, ellos los ubican donde hay grandes beneficios, en los mercados especulativos. Estamos en las garras de una arquitectura financiera donde la condicionalidad (las reglas de juego) la imponen los grandes bancos de inversión del capital financiero. Este sector del capital se ha convertido en el intelectual orgánico, un colectivo que a la vez controla los organismos e instituciones transnacionales que gobiernan la globalización, estos son:
- El Fondo Monetario Internacional (F.M.I)
- El Banco Mundial (B.M.)
- La Organización Mundial del Comercio (O.M.C.)
- Los Bancos Centrales de las grandes potencias desarrolladas juegan un papel no menos importante como lo son el Banco Central Europeo (B.C.E.) y la Reserva Federal de Estados Unidos (U.S. Fed. Res).
¿Qué es una crisis financiera?
Es un bloqueo de la acumulación de capital, es la implosión del capital acumulado o una sobreproducción de capital-dinero. “En el capitalismo actual es en el mercado financiero donde se verifican los momentos económicos fundamentales para la estabilidad del propio sistema capitalista” (Altamira, comp. 2013, pág 24). La financiarización de la economía global es una nueva forma de acumulación de capital. La crisis financiera forma parte de la crisis sistémica capitalista con unas características de multidimensionalidad: económica, ecológica, migratoria, institucional-política. Podemos llamar a la etapa actual de la economía como una de alta financiarización donde el proceso de captación del valor trasciende el propio proceso directamente productivo (la fábrica), vivimos la etapa de la sociedad bursatilizada donde el capital financiero asume el control de la sociedad, la relación acreedor/deudor cobra notoriedad.
La deuda pública como forma de gobernar
La deuda es una tecnología de poder, es una forma de gobierno del capitalismo contemporáneo o neoliberal. Los países han entrado en formas/fases inimaginables de endeudamiento, así también son de altas las rentas de los acreedores. La deuda pública es producto del traspaso de dineros públicos a manos privadas. ¿Cómo ocurre? A través de rescates bancarios, exenciones, subvenciones, pagos de comisiones, especulación del Estado en el mercado de capital, bajos impuestos, regalías, legislación favorable a los intereses bancarios, pago de intereses exorbitantes y del servicio de la deuda que siempre favorecen a los acreedores, el Estado neoliberalizado nunca legisla a favor de los deudores.
En el capitalismo neoliberal, el capital financiero siempre está a la ofensiva.
Paso del Fordismo al neoliberalismo (posfordismo)
Se le considera al Fordismo como la etapa superior del capitalismo industrial donde la relación trabajo fabril/capital asume la forma principal de captación de valor. En el neoliberalismo actual cobra notoriedad como forma de apropiación la renta, la moneda, las políticas fiscales y las políticas monetarias. El neoliberalismo es el capitalismo de los acreedores, los propietarios de las acciones y de los títulos (nuevo derecho de propiedad) es la privatización de todo el capital público.
Un gobierno técnico o tecnocrático es el gobierno que administra la crisis de la deuda. La J.C.F es el gobierno tecnocrático que se nos ha impuesto para que salven o superen la crisis financiera que experimenta su principal colonia, vienen a salvar nuestra economía los mismos que provocaron la crisis. Los gobiernos tecnocráticos se caracterizan por ser de salvación nacional, son gobiernos de la fiscalidad, su carácter es político y su instrumento político esencial es el saqueo de los recursos públicos del Estado del E.L.A. a beneficio de los Bancos de Inversión y los bonistas.
El no reembolso de las deudas por el Estado no crea la crisis, ésta es producto de la quiebra de los bancos norteamericanos y del sistema financiero internacional. Es el fracaso de la acumulación impulsada por el crédito, la cantidad de capital-dinero acumulado es exagerado, no saben qué hacer con tanto dinero, no saben dónde ni cómo invertir, aparte del dinero ocultado en los paraísos fiscales, por exceso de dinero se bloquea la valorización del capital.
El capitalismo es un modo de producción y también es un modo de depredación, ya no logra chupar la productividad de la sociedad a través de la ganancia ni de la renta, se desata así la crisis, se desvaloriza el capital-dinero. Tenemos que señalar también que a los gobiernos tecnocráticos no les importa los pensionados, pero sus pensiones son la fuente de sus ganancias.
El neoliberalismo es la ceguera de las élites financieras, el motor de la economía y del poder son las finanzas, desaparece la división entre capital industrial y capital financiero, bajo el neoliberalismo están imbricados el Estado capitalista, el capital industrial y capital bancario.
La crisis de la deuda es la etapa superior del neoliberalismo |
El neoliberalismo es la integración del capital y el estado. La crisis de la deuda pública es producto del respaldo estatal a los bancos a través de subsidios públicos implícitos en la forma de garantías de préstamos, compras de activos, inyección directa de fondos públicos. Este respaldo permite que los bancos obtengan préstamos a más bajos intereses y costos de financiamiento. Ante este panorama donde el Estado se convierte en aliado de los bancos y de los intereses del capital financiero apoyamos que el sector bancario sea convertido en un servicio público.
La tecnocracia es una forma de gubernamentalidad, note el lector que no utilizo el término de gobernanza (connotado vocablo neoliberal que produjo la Trilateral en su informe en el 1973). Es una técnica de ordenamiento, articula el mercado para beneficio del capital financiero, también es una tecnología del Estado más la privatización de la gubernamentalidad. La deuda es la apropiación de toda la plusvalía social, ya no es suficiente la plusvalía obtenida del trabajo productivo industrial.
La fórmula del capital financiero (D-D’) representa la forma más pura de la dinámica capitalista: la del dinero que se auto valoriza al apropiarse de todas las formas de valor. A través del capital financiero se da la unidad, la coherencia de los capitales, lo constituye como un todo y de forma global.
La gran aportación de Lenín
Definió Lenin al Imperialismo como “la época del capital financiero” y no como la “expresión máxima del capital industrial evolucionado” (Kautsky). Cuando el capital financiero cobra consistencia se ha consumado la fusión de los bancos, el capital industrial y el capital comercial. El capital-dinero ha llegado a su máximo proceso de valorización, es ya un capital fusionado. La aspiración máxima de todo capital es la valorización infinita. La forma de capital-dinero (D-D’) es dinero que reporta dinero, es la forma más general y más material del movimiento del capital.
Toda deuda es capital
Todas las deudas públicas son capital que suben y bajan en la Bolsa de Valores. “En el capitalismo financiero la renta se constituye en la forma principal de apropiación privada” (Lazaratto, 2015, pág 216). El capitalismo financiero es una forma de gobierno del mercado mundial, les da cohesión a todos los capitales bajo un solo comando, dirige y gobiernan los bancos, la industria y la división internacional del trabajo.
El capitalismo anterior al actual se basaba en la competencia y en la exportación de mercancías. El actual, el financiero se caracteriza por la exportación de capitales y las inversiones en las colonias como P.R. La relación acreedor/deudor es una relación vinculante, la relación crédito/deuda se generaliza y esto incluye las deudas de los Estados. La inestabilidad económica de P.R. está ligada a la voluntad de los acreedores para obtener sobre ganancias y alta rentabilidad.
La titularización de la deuda de P.R.
Es el instrumento de una enorme transferencia de riqueza de la población de P.R. hacia los acreedores-inversores financieros. De esta manera se va toda la plusvalía social producida en la Isla con el visto bueno del gobierno, la J.C.F. y los Tribunales Federales. El capital financiero que lleva a su cumplimiento el infinito de la acumulación representa para la economía de P.R. su destrucción.
Papel del Estado colonial en la crisis
El Estado colonial es el engranaje político que promueve y garantiza la proliferación de la lógica del capital financiero (D-D’). Dejó de representar el interés general de los puertorriqueños, funciona como un componente (fusión del gobierno del E.L.A. y la J.C.F.). Estamos en una etapa donde los capitales se vuelven indiscernibles, la financiarización se abre paso con fuerza y dominan al Estado y a la sociedad como un todo. La desindustrialización en P.R. con la marcha de las llamadas Empresas 936 abrió el camino a los colocadores de capitales (acreedores) en P.R. Así nació y se expandió la deuda del Estado colonial.
Puerto Rico para estos sectores es un gran paraíso fiscal, el mercado financiero desarrollado por los bancos no han sido sometidos a ningún control, no pagan impuestos prácticamente, es aquí donde radica la raíz de la crisis en P.R., que no nos permite salir de la recesión y del estancamiento. La única forma que se sale de las deudas públicas es tomando decisiones políticas no es seguir tomando prestado.
El colonialismo que padece P.R. es un callejón sin salida, esa dinámica o nos conduce a la liberación o seguiremos sometidos a la dependencia. Para sobrevivir al gobierno de los acreedores estamos obligados a organizar una ruptura política y una resistencia a estos intereses, por eso es tan importante construir una subjetividad en contra del capital financiero.
Conclusión
Para los sectores del gran capital la subjetividad que ellos imponen es la de ser responsables con el pago, es la fabricación de un sentimiento de culpables, somos unos irresponsables y tenemos que organizar nuestra vida en torno a la deuda. El capital no solo construye mercancías sino también maneras de pensar y sentir, construyen concepciones de mundo, las dotan de valores, de estilos de vida, de un inconsciente. Cuando nos organizamos y protestamos contra los acreedores, los bonistas y el Estado colonial vamos construyendo una subjetividad liberadora, consciente de que sabemos quién es el verdadero enemigo; el capital financiero. Por eso es tan importante nuestro proceso de resistencia, la economía la queremos organizar en función de los intereses generales del pueblo de P.R.
Nuestra nueva subjetividad está en la lucha que se viene dando en contra del capital financiero levantando conocimiento y utilizando los instrumentos teóricos porque estos son herramientas vitales para conocer nuestra realidad y transformarla. Se basa también en la organización de los sectores más afectados de nuestro pueblo por la deuda pública. Ya no queremos seguir siendo deudores ni consumidores, somos sujetos que asumimos nuestra responsabilidad histórica, somos ciudadanos responsables con nuestra Patria trabajadora, no con los bonistas ni con el capital financiero.
Fuentes Consultadas
- Política y subjetividad en tiempos de Governance, Compilador César Altamira, Editorial Waldhuter, 2013.
- La Fábrica del Hombre Endeudado, Ensayo sobre la condición neoliberal, Maurizio Lazzarato, Amorrortu editores, 2013.
- Gobernar a través de la deuda: Tecnologías de poder del capitalismo neoliberal, Maurizio Lazzarato, Amorrortu editores, 2015.
- El malestar en la globalización (Revisitado), Joseph E. Stiglitz, Editorial Taurus, 2018.
- Bancocracia, Eric Toussaint / CADTM: Comité Anulación Deuda Tercer Mundo, Editorial Icaria, 2014.
- Sistema Deuda, Historia de las deudas soberanas y de su repudio, Eric Toussaint/CADTM: Comité Anulación Deuda Tercer Mundo, Editorial Icaria, 2018.